Un simple mezquite
Honestamente nunca me había puesto a pensar en las ventajas que tiene el hecho de que Joaquín entre algunos días a dar clase a las 7 de la mañana y todos los demás, aunque entremos más tarde tuviéramos que salir de casa junto con él.
Pero hoy lo descubrí, después de dejar a Andrea en la escuela primaria hay un lapso de tiempo que tiene que pasar para que a Santiago lo reciban en su escuelita, y decidí que hiciéramos algo juntos.
En el trayecto siempre paso por un parquecito y esta mañana tan bonita opté por detenerme y créanme que valió la pena, era algo que quería hacer desde hace tiempo, pero en otro parque de la colonia Modelo, aunque por una cosas u otra nunca lo hice.
Santiago y yo pasamos un momento muy agradable, caminamos tomados de la mano; luego lo dejé correr en una cancha de basquetbol que hay ahí, la cual tiene la ventaja de estar cercada; lo hice recorrer caminitos angostos con mi ayuda, etc.
Pude apreciar en los alrededores el movimiento de autos en la calle Heriberto Aja por la entrada de los niños a la escuela del mismo nombre que se encuentra frente al lugar donde estábamos, asimismo del otro lado, ya más tranquilo tras el incendio que lo afectó hace poco, está el internado Cruz Gálvez.
De pronto me encontré con él, estaba ahí en medio del parque y por varios momentos no pude dejar de verlo, son esas cosas comunes que pasan desapercibidas hasta que se hace click.
La luz que le daba en ese momento, su forma, su tamaño, su color, todo me gustó. Era un árbol de los llamados mezquites y que son muy comunes en esta región de Sonora tan desértica, ahora incluso se están utilizando más como ornato y se les puede ver en parques, plazas, grandes empresas y en los patios frontales de algunas casas.
La gran ventaja con ellos, según sé, es que no necesitan mucha agua y pues ante la falta de vital líquido en nuestra ciudad de Hermosillo, pues qué mejor que tener un árbol de éstos.
Por eso les comento que es algo de todos los días verlos por aquí y por allá, sin embargo la naturaleza me atrapó el día de hoy. Hace poco tuve la oportunidad de entrevistar a un grupo de señoras en su clase de pintura, me comentaban que cuando te involucras con algo artístico, sobre todo esta disciplina que ellas aprenden, ya no ves las cosas de la misma manera, los colores, las texturas, en fin toda la naturaleza la ves de distinta forma a como la ven los demás.
Yo no sé si por estar involucrada con algunos textos literarios y que me guste la lectura, la fotografía y asistir a las exposiciones de pintura que este árbol común, fue motivo de que les comparta ahora este escrito.
Aprendamos a disfrutar los pequeños detalles, sobre todo los que andamos tan ocupados durante la mayor parte del día.
Pero hoy lo descubrí, después de dejar a Andrea en la escuela primaria hay un lapso de tiempo que tiene que pasar para que a Santiago lo reciban en su escuelita, y decidí que hiciéramos algo juntos.
En el trayecto siempre paso por un parquecito y esta mañana tan bonita opté por detenerme y créanme que valió la pena, era algo que quería hacer desde hace tiempo, pero en otro parque de la colonia Modelo, aunque por una cosas u otra nunca lo hice.
Santiago y yo pasamos un momento muy agradable, caminamos tomados de la mano; luego lo dejé correr en una cancha de basquetbol que hay ahí, la cual tiene la ventaja de estar cercada; lo hice recorrer caminitos angostos con mi ayuda, etc.
Pude apreciar en los alrededores el movimiento de autos en la calle Heriberto Aja por la entrada de los niños a la escuela del mismo nombre que se encuentra frente al lugar donde estábamos, asimismo del otro lado, ya más tranquilo tras el incendio que lo afectó hace poco, está el internado Cruz Gálvez.
De pronto me encontré con él, estaba ahí en medio del parque y por varios momentos no pude dejar de verlo, son esas cosas comunes que pasan desapercibidas hasta que se hace click.
La luz que le daba en ese momento, su forma, su tamaño, su color, todo me gustó. Era un árbol de los llamados mezquites y que son muy comunes en esta región de Sonora tan desértica, ahora incluso se están utilizando más como ornato y se les puede ver en parques, plazas, grandes empresas y en los patios frontales de algunas casas.
La gran ventaja con ellos, según sé, es que no necesitan mucha agua y pues ante la falta de vital líquido en nuestra ciudad de Hermosillo, pues qué mejor que tener un árbol de éstos.
Por eso les comento que es algo de todos los días verlos por aquí y por allá, sin embargo la naturaleza me atrapó el día de hoy. Hace poco tuve la oportunidad de entrevistar a un grupo de señoras en su clase de pintura, me comentaban que cuando te involucras con algo artístico, sobre todo esta disciplina que ellas aprenden, ya no ves las cosas de la misma manera, los colores, las texturas, en fin toda la naturaleza la ves de distinta forma a como la ven los demás.
Yo no sé si por estar involucrada con algunos textos literarios y que me guste la lectura, la fotografía y asistir a las exposiciones de pintura que este árbol común, fue motivo de que les comparta ahora este escrito.
Aprendamos a disfrutar los pequeños detalles, sobre todo los que andamos tan ocupados durante la mayor parte del día.
2 comentarios
angelica velasquez -
Jose Alvaro -