Decepción
El domingo fuimos a comer a San Pedro, un poblado rural que está a unos cuantos kilómetros de Hermosillo, por la carretera que lleva a todos los pueblos del Río Sonora.
Es común ver los distintos establecimientos que expenden comida con mucha gente, la mayoría hermosillenses que buscan en este lugar salir de la rutina y probar algunos platillos tradicionales como burros de carne con chile, tamales de carne y elote, elotes cocidos, tacos de carne asada, tortillas de harina recién hechas, entre otras cosas más.
Sinceramente a mí lo que más me gustó fue el agua de horchata que me tomé, no es por nada pero no tuve suerte esta vez, o el sitio elegido no fue lo mejor.
Tenía muchas ganas de comerme un tamal de elote, si era posible dulce, pero no, no tuve suerte, había puros salados (llevan queso y una raja de chile verde), eso no fue lo peor, para mi desgracia mi tamal resultó una masa embarrada en la hoja, ni siquiera tenía consistencia, buuuu. En fin, no quiero decir con esto que toda la comida de San Pedro sea mala, he tenido mejores experiencias, sobre todo no se me olvida una vez que fuimos y compramos tortillitas gorditas, hechas con manteca de puerco, estaban saliendo del comal, ya el sol se había metido y mmmmmmm, estaban riquísimas.
Es común ver los distintos establecimientos que expenden comida con mucha gente, la mayoría hermosillenses que buscan en este lugar salir de la rutina y probar algunos platillos tradicionales como burros de carne con chile, tamales de carne y elote, elotes cocidos, tacos de carne asada, tortillas de harina recién hechas, entre otras cosas más.
Sinceramente a mí lo que más me gustó fue el agua de horchata que me tomé, no es por nada pero no tuve suerte esta vez, o el sitio elegido no fue lo mejor.
Tenía muchas ganas de comerme un tamal de elote, si era posible dulce, pero no, no tuve suerte, había puros salados (llevan queso y una raja de chile verde), eso no fue lo peor, para mi desgracia mi tamal resultó una masa embarrada en la hoja, ni siquiera tenía consistencia, buuuu. En fin, no quiero decir con esto que toda la comida de San Pedro sea mala, he tenido mejores experiencias, sobre todo no se me olvida una vez que fuimos y compramos tortillitas gorditas, hechas con manteca de puerco, estaban saliendo del comal, ya el sol se había metido y mmmmmmm, estaban riquísimas.
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