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El día de San Carlos

El día de San Carlos Hace unos días se celebró a San Carlos Borromeo, supongo que en muchas regiones del mundo donde tiene fieles seguidores, una de ellas es el pueblo de Buenavista, ubicado a poco más de 40 kilómetros de Ciudad Obregón.
La víspera del 4 de noviembre habitantes de este ejido se reunieron en el vertedor de la presa Alvaro Obregón, también conocida como “Oviáchic”, para el encuentro de su patrono San Carlos con la Virgen del Rosario, patrona del pueblo vecino de Cumuripa.
Cuatro kilómetros fueron los que los asistentes recorrieron a pie, a caballo y en auto, justo detrás de los santos y una banda de música, del punto de encuentro hacia la iglesia de Buena Vista, con esto dieron inicio formalmente las fiestas tradicionales del lugar.
Aparte de la celebración religiosa, que estuvo a cargo de un comité, se llevaron a cabo cuatro bailes los días, 3, 4, 5 y 6 de noviembre, donde los residentes disfrutaron del ambiente festivo y se reunieron con familiares a quienes pocas veces ven y acuden al sitio en esta fecha especial.
Esta es la segunda ocasión que los pueblos vecinos se unen con sus patronos y realizan la procesión, este año la afluencia de fieles aumentó por lo que esperan volverlo tradición y realizarlo cada inicios de noviembre.
San Carlos tiene muchos devotos, aquí en Hermosillo uno de los más reconocidos es Don Carlos Quintero Arce, arzobispo emérito, quien le construyó un templo en la colonia El Sahuaro, a quien también honró en su día.

Quién fue San Carlos

Borromeo, fue sacerdote, obispo, cardenal, arzobispo de Milán y secretario de Estado, nació en Arona, Lombardía y murió en 1584. Pertenecía a la ilustre familia de los Médicis, y había recibido una educación universitaria en Pavía. Era un joven austero, trabajador y responsable.
Cuando en 1559 fue coronado Papa su tío el Cardenal Médicis, con el nombre de Pío IV, muchos sobrinos acudieron esperando prebendas. Era la lacra tan nociva del nepotismo. Carlos no acudió. Siguió en su trabajo, fue su tío Pío IV el que le llamó. Pronto le llenaría de honores, que Carlos aceptó como responsabilidades. A los dos meses lo hizo Cardenal,
Las sagradas Ordenes las recibió después. Iba a cumplir 22 años. Fue un caso de nepotismo acertado.
A Pío IV le sucedió San Pío V. Carlos deja Roma para dedicarse más plenamente a su diócesis de Milán. Emprende una gran acción reformadora y trabaja a un ritmo acelerado. Reúne seis Concilios y once Sínodos para aplicar los decretos de Trento. Funda cinco seminarios para preparar dignos sacerdotes. Recorre su extensa diócesis y multiplica las obras de caridad.
Realiza la reforma del pueblo, del clero, de los monjes y de las monjas, que se resistían a aceptar algunas normas de Trento. El no se arredra ante las dificultades. basta obrar rectamente en todo, dice, y luego que cada cual diga lo que quiera". Promueve los Ejercicios de San Ignacio.
Como presintiendo su muerte, quiere prepararse para ella practicando los Ejercicios de San Ignacio, que tanto apreciaba y tanto le habían ayudado siempre. A los pocos días, muere el 3 de noviembre de 1584. Sólo tenía 46 años. Fue canonizado por Pablo V el año 1610."

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