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Todavía hay románticos

Todavía hay románticos Ayer caminando por la calle Rosales, rumbo a Radio Universidad, llamó mi atención una pareja sentada en una de las bancas de la Plaza de los Cien Años. Eran las 6:20 de la tarde y el sol ya se estaba escondiendo, así que el clima ya estaba muy agradable en esta ciudad de Hermosillo, tan caliente.
El chico tenía acomodada en su pierna, y sujeta con su brazo derecho, una guitarra, misma que tocaba con su mano libre. La muchacha lo miraba a los ojos mientras él le cantaba y de repente, ¡zas!, un beso.
Quién dice que no hay todavía ese tipo de escenas entre los enamorados, sobre todo los que se precian de ser artistas tienden a expresar más sus sentimientos.
En pleno siglo XXI y con los jóvenes tan inmersos en videojuegos, internet y tantas distracciones más, fíjense aún los hay románticos, con guitarra en mano y cantando casi al oído a su amada.
Aunque ésta no lo ofrece del todo, las plazas siempre dan una atmósfera propicia para que aflore el amor, será. O soy yo quien tiene bonitos recuerdos de las plazas, cada quien habla de cómo le fue en la feria, no creen.
Un abrazo.

1 comentario

Hilda -

Está naciendo la inspiración, bueno más que nacer está floreciendo en este espacio que haz abierto.
Como tú, también pienso que todavía hay románticos que deambulan por la ciudad, algunos enamorados.
Cuando estaba en la uni mi maestro de historia del arte me dijo que él era uno de esos románticos, que a pesar de tener tantos años de casado aún salía con su esposa a caminar por el bulevar Hidalgo y se abrazaban.
Quizá tú y yo nacimos empapadas de romanticismo, porque algunos de mis compañeros al terminar la clase dijeron que qué simple su comentario, que ni al caso que lo comentara en la clase, yo lo atribuí más a la nostalgia que en ese momento sintió el profesor, además sí me imaginé la escena que nos platicó, y a final de cuentas para ser un buen escritor debe uno ser observador, fijarse hasta en el más mínimo detalle, aunque algunos nos llamen víboras pero es distinto críticar de forma dañina después de haber observado, que comentar y describir al ver algo con detenimiento.
Yo sigo creyendo en el romanticismo, malditos fuéramos si no nos quedara ni una gota de sensibilidad.
Felicidades por la forma en que estás nutriendo tu página.
Dice Cornelio que si nos vamos a hacer la competencia con los lectores, le dije que NO, que tengo un enlace en mi "página" (blog) para la tuya y que de todo hay para leer.