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Los cuarenta y uno

Los cuarenta y uno no son la banda de Alí Babá y los cuarenta ladrones. Como ya está próxima la fecha en la que se generó la anécdota por la cual en México a los homosexuales se les identifica con el número “41”, hago un recordatorio basado en el libro Nueva Picardía Mexicana, de A. Jiménez, el cual leo en este momento.
Muchos de ustedes ya habrán leído esta historia por ahí, o escuchado en alguna parte, sin embargo todavía hay quienes no saben de dónde proviene el famoso “41”.
Dicho libro señala que a media noche del 20 de noviembre de 1901, en una casa de la Calle de la Paz, hoy Jesús Carranza, a orillas de la Metrópoli, (en la Ciudad de México) llegó la policía y se llevó a cuarenta y una persona de la sociedad más encopetada por estar bailando, la mitad de la concurrencia vestía de hombre, y la otra mitad, de mujer.
¿Y eso qué?, se preguntarán, pues es que todos eran hombres.
“¡Claro! Unos, como el yerno de don Porfirio, (Refiriéndose a Porfirio Díaz, el ex presidente) solamente fueron amonestados; a quienes no tenían buenos padrinos los refundieron en la peni”, se relata.
Según la anécdota a partir del día siguiente a estos señores los sacaron, pero a barrer calles desde que amanecía y la gente se amontonaba para conocerlos.
Cuando al grupo lo mandaron en cuerda de reos a una colonia penitenciaria en Yucatán, cuentan que un “peladito” gritaba muy fuerte, para que lo oyeran los curiosos que miraba la salida de los condenados: “¡A mí me llevan por ratero, cuchillero y asaltante; no por cuarenta y uno!”

1 comentario

Hilda -

Así es, yo conocía así la historia también, pero aparte cuando yo vi esto en una novela resultó que cuando los contaron a todos el número 41 fue el yerno de Don Porfirio, imagínense la pena para el ex presidente de que se supiera que el esposo de su hija fuera homosexual...al menos esa fama fue la que ganó.